DERIVADOS DE LA CAPA GERMINAL ENDODÉRMICA
DERIVADOS DE LA CAPA GERMINAL
ENDODÉRMICA
El tubo digestivo es el sistema orgánico principal derivado de la capa germinal
endodérmica. Esta capa germinal cubre la superficie ventral del embrión y
constituye el techo del saco vitelino (Fig. 6-17A). Sin embargo, con el desarrollo
y crecimiento de las vesículas cerebrales el disco embrionario empieza a
sobresalir hacia la cavidad amniótica. En ese momento la elongación del tubo
neural lleva al embrión a flexionarse para adoptar la posición fetal, al tiempo que
las regiones (pliegues) cefálica y caudal se desplazan en dirección ventral (Fig.
6-17). De manera simultánea se forman los dos pliegues de la pared lateral del
cuerpo, que de igual modo se movilizan en esa dirección para cerrar la pared
ventral del cuerpo (Fig. 6-18). Al tiempo que los pliegues de la cabeza, la cola y
los dos laterales avanzan en dirección ventral llevan consigo al amnios, de modo
tal que el embrión queda ubicado dentro de la cavidad amniótica (Figs. 6-17 y 6-
18). La pared ventral del cuerpo se cierra por completo, excepto en la región
umbilical, sitio en que permanecen unidos el pedículo de fijación y el saco
vitelino (Figs. 6-17 y 6-19). La consecuencia de la falta de cierre de los pliegues
laterales del cuerpo son los defectos de la pared ventral del cuerpo (v. el Cap.
7).
Producto del crecimiento cefalocaudal y del cierre de los pliegues de la pared
lateral del cuerpo, una porción cada vez mayor de la capa germinal endodérmica
se incorpora al cuerpo del embrión para conformar el tubo intestinal. Éste se
divide en tres regiones: intestino anterior, intestino medio e intestino
posterior (Fig. 6-17 C). El intestino medio se comunica con el saco vitelino
mediante un pedículo grueso llamado conducto (del saco) vitelino (Fig. 6-17
D). Al inicio su conducto es amplio, pero al continuar el crecimiento del
embrión se vuelve estrecho y mucho más largo (Figs. 6-17 D y 6-18 B).
En su extremo cefálico, el intestino anterior está limitado temporalmente por
una membrana ectoendodérmica denominada membrana orofaríngea (Fig. 6-
17 A, C). Esta membrana separa al estomodeo, la cavidad bucal primitiva
derivada del ectodermo, de la faringe, una parte del intestino anterior que se
forma a partir del endodermo. Durante la cuarta semana la membrana
orofaríngea se rompe, con lo que queda establecida la comunicación entre la
cavidad bucal y el intestino primitivo (Fig. 6-17 D). El intestino posterior
también termina de manera temporal en una membrana ectoendodérmica, la
membrana cloacal (Fig. 6-17 C). Esta membrana separa la parte superior del
conducto anal, que deriva del endodermo, y su porción inferior, llamada
proctodeo, que se forma a partir de una invaginación cubierta por endodermo.
La membrana se rompe durante la séptima semana para crear el orificio del ano.
Otro resultado importante del crecimiento cefalocaudal y del plegamiento
lateral es la incorporación parcial del alantoides al cuerpo del embrión, en el que
forma la cloaca (Fig. 6-19 A). La región distal del alantoides permanece en el
pedículo de fijación. Para la quinta semana, el conducto del saco vitelino, el
alantoides y los vasos umbilicales quedan limitados a la región umbilical (Fig. 6-
19).
La función del saco vitelino es incierta. Pudiera actuar como órgano de la
nutrición durante las fases más tempranas del desarrollo, antes de la formación
de los vasos sanguíneos. También aporta algunas de las primeras células de la
sangre, no obstante esta función es fugaz. Una de sus funciones principales es
albergar a las células germinales que residen en su pared posterior y más tarde
migran hacia las gónadas para formar a los precursores de óvulos y
espermatozoides (Cap. 16).
De este modo, la capa germinal endodérmica genera al inicio el
revestimiento epitelial del intestino primitivo y las porciones intraembrionarias
del alantoides y del conducto vitelino (Fig. 6-19 A). Al proseguir el desarrollo el
endodermo da origen a las estructuras siguientes:
Cubierta epitelial del aparato respiratorio
Parénquima de las glándulas tiroides y paratiroides, hígado y páncreas (v. los
Caps. 15 y 17)
Estroma reticular de las amígdalas y el timo
Revestimiento epitelial de la vejiga urinaria y la uretra (v. el Cap. 16)
Revestimiento epitelial de la cavidad timpánica y el conducto auditivo (v. el
Cap. 19)
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