Durante la tercera y la cuarta semanas, la capa superior (ectodermo) del disco
embrionario trilaminar forma la placa neural, que se pliega hacia arriba para
constituir un tubo y dar origen al encéfalo y la médula espinal por medio del
proceso de neurulación (v. el Cap. 6, p. 72).
Casi de manera simultánea, la capa
ventral (endodermo) se pliega hacia abajo para formar el tubo intestinal, de
modo tal que el embrión queda constituido por un tubo ubicado sobre otro: el
tubo neural en la región dorsal y el tubo intestinal en la ventral (Fig. 7-1).
La
capa intermedia (mesodermo) mantiene unidos a ambos tubos y su componente
ubicado en la placa lateral se divide a su vez en dos capas: la visceral
(esplácnica) y la parietal (somática).
La capa visceral se enrolla en dirección
ventral y se mantiene en contacto estrecho con el tubo intestinal; la capa parietal,
junto con el ectodermo suprayacente, da origen a los pliegues de la pared
lateral del cuerpo (uno a cada lado del embrión) que avanzan en sentido ventral
para encontrarse en la línea media y cerrar la pared ventral del cuerpo (Fig. 7-
1).
El espacio que existe entre las capas visceral y parietal del mesodermo de la
placa lateral corresponde a la cavidad corporal primitiva (también conocido
como celoma intraembrionario), misma que en esta fase temprana es continua
debido a que aún no se subdivide en regiones pericárdica, pleural y
abdominopélvica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario