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sistema nervioso central (SNC)

 El sistema nervioso central (SNC) aparece al inicio de la tercera semana como

una placa de ecto dermo engrosado en forma de zapato, la placa neural (de

hecho se trata de una placoda grande; v. definición p. xix) en la región dorsal

media, frente al nodo primitivo. Sus bordes laterales pronto se elevan para

constituir los pliegues neurales (Fig. 18-1).


Al avanzar el desarrollo, los pliegues neurales se siguen elevando, se

aproximan uno a otro en la línea media y, por último, se fusionan para constituir

el tubo neural (Figs. 18-2 y 18-3). La fusión inicia en la región cervical y

continúa en sentido cefálico y caudal (Fig. 18-3 A). Una vez que inicia la fusión,

los extremos abiertos del tubo neural constituyen el neuroporo anterior o

craneal y el posterior o caudal, que se comunican con la cavidad amniótica

circundante (Fig. 18-3 B). El cierre del neuroporo anterior sigue en dirección

craneal, desde el punto de cierre inicial en la región cervical (Fig. 18-3 A) y

desde un sitio en el prosencéfalo, que se forma más tarde. El cierre a partir de

este último sitio avanza en dirección craneal para cerrar la región más rostral del

tubo neural, y al mismo tiempo en dirección caudal para encontrarse con el

punto de cierre proveniente del sitio cervical (Fig. 18-3 B). El cierre final del

neuroporo anterior ocurre en la etapa de 18 a 20 somitas (día 25); el cierre del

neuroporo posterior ocurre alrededor de 3 días después.


El extremo cefálico del tubo neural muestra tres dilataciones, las vesículas

cerebrales primarias: (1) el prosencéfalo o cerebro anterior; (2) el

mesencéfalo o cerebro medio, y (3) el rombencéfalo o cerebro posterior (Fig.

18-4). De manera simultánea forma dos plegamientos: (1) el pliegue cervical,

en la unión del rombencéfalo y la médula espinal, así como (2) el pliegue

cefálico, en la región del mesencéfalo (Fig. 18-4).


A las 5 semanas del desarrollo las vesículas cerebrales primarias se han

diferenciado en cinco vesículas secundarias: el prosencéfalo forma el

telencéfalo y el diencéfalo, el mesencéfalo se conserva sin cambios, y el

rombencéfalo da origen al metencéfalo y al mielencéfalo (Fig. 18-5). Un surco

profundo, el istmo rombencefálico, separa al mesencéfalo del metencéfalo, en

tanto el pliegue pontino marca el límite entre el metencéfalo y el mielencéfalo

(Fig. 18-5). Cada una de las vesículas secundarias contribuirá a la formación de

una parte distinta del cerebro. Los derivados principales de estas vesículas se

indican en la figura 18-5 e incluyen a los hemisferios cerebrales del telencéfalo; la vesícula óptica, el tálamo, el hipotálamo y la hipófisis del diencéfalo; los colículos anteriores (visuales) y posteriores (auditivos) del mesencéfalo; el cerebelo y el puente del metencéfalo, y el bulbo raquídeo del mielencéfalo.


El lumen de la médula espinal, el canal central, tiene continuidad con el de

las vesículas cerebrales. La cavidad del rombencéfalo corresponde al cuarto

ventrículo, la del diencéfalo al tercer ventrículo, y las de los hemisferios

cerebrales a los ventrículos laterales (Fig. 18-5). El lumen del mesencéfalo

conecta al tercer y al cuarto ventrículos. Este lumen se estrecha en gran medida

y se conoce entonces como acueducto de Silvio. Cada ventrículo lateral se

comunica con el tercer ventrículo por medio del foramen interventricular de

Monro (Fig. 18-5).




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