Para la cuarta semana del desarrollo ya están presentes todos los núcleos de los
12 NC. Todos, excepto los nervios olfatorio (I) y óptico (II) derivan del tallo
cerebral, y solo el oculomotor (III) se forma fuera de la región del rombencéfalo.
En este último, los centros de proliferación en el neuroepitelio establecen ocho
segmentos diferenciados, las rombómeras. Estas rombómeras dan origen a los
núcleos motores de los NC IV, V, VI, VII, IX, X, XI y XII (Figs. 18-17 y 18-
40). El establecimiento de este patrón segmentario parece estar dirigido por el
mesodermo agrupado en somitas, bajo el neuroepitelio suprayacente.
Las neuronas motoras de los núcleos craneales se ubican en el tallo cerebral,
en tanto los ganglios sensitivos están fuera del cerebro. Así, la organización de
los NC es homóloga a la de los nervios espinales, no obstante, no todos los NC
contienen fibras tanto motoras como sensitivas (Cuadro 18-2).
Los ganglios sensitivos de los NC se originan a partir de una serie de
placodas ectodérmicas y células de la cresta neural. Las placodas
ectodérmicas incluyen a las placodas nasal, ótica y cuatro epifaríngeas,
representadas por engrosamientos ectodérmicos dorsales a los arcos faríngeos
(branquiales) (Cuadro 18-3; v. también Fig. 17-2). Las placodas epifaríngeas
contribuyen a los ganglios de los nervios de los arcos faríngeos (V, VII, IX y X).
Los ganglios parasimpáticos (eferentes viscerales) derivan de las células de la
cresta neural, y sus fibras se distribuyen en los NC III, VII, IX y X (Cuadro 18-
2).
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