Desarrollo posterior del Trofoblasto.
Al inicio de la tercera semana, el trofoblasto se caracteriza por la presencia de
vellosidades primarias constituidas por un núcleo citotrofoblástico cubierto por
una capa sincitial (Figs. 5-10 y 5-11). En su desarrollo posterior, células
mesodérmicas invaden el núcleo de las vellosidades primarias y crecen hacia la
decidua. La estructura recién formada se conoce como vellosidad secundaria
(Figs. 5-11).
Al final de la tercera semana, las células mesodérmicas en el centro de la
vellosidad comienzan a diferenciarse en células sanguíneas y vasos sanguíneos
pequeños, y dan origen al sistema capilar velloso (Fig. 5-11). La vellosidad se
denomina entonces vellosidad terciaria o vellosidad placentaria definitiva.
Los capilares dentro de la vellosidad terciaria establecen contacto con los
capilares en desarrollo en el mesodermo de la placa coriónica y el pedículo de
fijación (Figs. 5-12 y 5-13). Estos vasos sanguíneos, a su vez, hacen contacto
con el sistema circulatorio intraembrionario, de modo que conectan a la placenta
y al embrión. Así, cuando el corazón comienza a latir en la cuarta semana de
desarrollo, el sistema de vellosidades está listo para dar al embrión una provisión
apropiada de nutrientes esenciales y oxígeno.
A la par de estos cambios, las células del citotrofoblasto presentes en las
vellosidades penetran progresivamente al sincicio suprayacente hasta alcanzar el
endometrio materno. Ahí establecen contacto con extensiones similares de los
troncos nerviosos vecinos para formar una cápsula citotrofoblástica externa
delgada (Figs. 5-12 y 5-13). Esta capa circunda de manera gradual al trofoblasto
en su totalidad y fija con firmeza el saco coriónico al tejido endometrial materno
(Fig. 5-12). Las vellosidades que se extienden desde la placa coriónica hasta la
decidua basal (placa decidual: región del endometrio en que se formará la
placenta; v. el Cap. 8) se denominan vellosidades troncales o de anclaje. Las
que se ramifican de las paredes laterales de las vellosidades troncales se
denominan vellosidades libres (terminales), y a través de ellas se
intercambiarán los nutrientes y otros elementos.
Por su parte, la cavidad coriónica crece, y para el día 19 o 20 el embrión está
unido a su cápsula trofoblástica por un pedículo de fijación delgado (Fig. 5-12).
El pedículo de fijación se convierte más adelante en el cordón umbilical, que
forma la conexión entre la placenta y el embrión.
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