Cuando el embrión tiene alrededor de 4 semanas aparece el divertículo
respiratorio (yema pulmonar) como una evaginación a partir de la pared
ventral del intestino anterior (Fig. 14-1 A). La aparición y la localización de la
yema pulmonar dependen del incremento del ácido retinoico (AR) que sintetiza
el mesodermo adyacente. Este incremento de AR induce una regulación positiva
del factor de transcripción TBX4, que se expresa en el endodermo del tubo
intestinal, en el sitio en que se origina el divertículo respiratorio. El TBX4
induce la formación de la yema, así como el crecimiento continuo y la
diferenciación de los pulmones. Así, el epitelio que cubre el interior de la
laringe, la tráquea y los bronquios, al igual que los pulmones, es por completo de
origen endodérmico. Los componentes de tejido cartilaginoso, muscular y
conectivo de la tráquea y los pulmones derivan del mesodermo visceral
(esplácnico) que circunda al intestino anterior.
Al inicio la yema pulmonar tiene comunicación con el intestino anterior (Fig.
14-1 B). Sin embargo, cuando el divertículo se expande en dirección caudal dos
rebordes longitudinales, las crestas traqueoesofágicas, la separan del intestino
anterior (Fig. 14-2 A). De manera subsecuente, cuando estas crestas se fusionan
para formar el tabique traqueoesofágico, el intestino anterior se divide en una
porción dorsal, el esófago, y otra ventral, la tráquea (Fig. 14-2 B, C). El
primordio respiratorio mantiene su comunicación con la faringe por medio del
orificio laríngeo (Fig. 14-2 D).
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